En Cienojetes algunas veces estamos en babia. Menos mal que algunos de nuestros atentos lectores nos van informando de la rabiosa actualidad y nos avisan. ¡Gracias, queridos! Y es que resulta que el último premio Príncipe de Asturias se lo han otorgado a una fotógrafa. Como el de las Artes se lo han dado al últimamente omnipresente Haneke, le han adjudicado el de la rama de Comunicación y Humanidades.
Me ha pillado el asunto en fuera de juego porque confieso que yo no conocía a la tal Annie Leibovitz. Así que me he puesto a buscar información sobre esta señora en el internet y sorprendentemente lo primero que aparece es que es una fotógrafa lesbiana. Muy bien. Importante el dato. Seguimos.
Averiguo que estamos hablando, según algunos medios, de la fotógrafa mejor pagada del mundo. Leo sorprendido como en las votaciones finales del jurado su candidatura se ha impuesto, además de a la de la periodista Christiane Amanpour, a la de la agencia de fotografía Magnum; otros que no tienen donde caerse muertos y a los que les hubieran venido las perras como pan caído del cielo. Una pena que no haya para todos.
En cualquier caso, me lleno de gozo al comprobar como la actual crisis económica no es menoscabo para que se siga apoyando a la cultura de vanguardia en este país. Lo primero es lo primero. El premio está dotado con una escultura de Miró, diploma y 50.000 euros.
Sigo escarbando por la red de redes, ávido de saber, y descubro sorprendido que esta señora ha fotografiado a la crème de la crème. Parece que no se es famoso del todo hasta que Annie no te retrata. Con el paso del tiempo dejó de ser la fotógrafa “rebelde” que plasmó la América de los setenta para pasar a captar a grandes personalidades. «Me gusta fotografiar a personas que admiro y de las que me importa lo que hacen. Con mis fotos espero dar una idea de cómo es nuestro tiempo» declaró Annie en una entrevista. Sin duda, lo que más me ha llamado la atención de su obra son sus imaginativos retratos de grandes personalidades de nuestro tiempo, como los de Demi Moore (tantas veces imitado), Whoopi Goldberg, Stallone al estilo Rodin, las hermanas Kardashian, el gabinete Bush en la época en que maquinaba la guerra de Irak, etc.
También me he ensimismado con esas hermosas instantáneas que han permitido a guapas celebridades ver cumplido el sueño para el que son educadas la mayoría de las niñas de Occidente: ser una una princesa de cuento de hadas a la espera de que aparezca el guapo príncipe con el que llegará la dpicha y la felicidad.
Aparte de los méritos ya expuestos y muchos otros, ¿cuales son las razones por las que el jurado del Príncipe de Asturias se haya decantado por Annie? Pues que es uno de los referentes básicos de la fotografía contemporánea. Resulta ser una de las que marca tendencias; de las que revolucionan esto del foteo. Y es que de algo le tiene que haber valido a Annie haber sido durante tantos años pareja de la malograda y genial Susan Sontang, está claro. En boca del mismo jurado, la norteamericana es una de “las dinamizadoras del fotoperiodismo mundial y es una de las fotógrafas más respetadas en Europa y América”. Es decir: si quieres estar al loro, habrá que tomar nota y estar al tanto de lo que ha hecho y vaya a hacer esta mujer. No hay tutía.
Superadas y olvidadas ya las deudas contraídas con Hacienda tras comprarse varias mansiones, Annie sigue trabajando sin parar. Así que desde Cienojetes no nos queda sino aplaudir el preclaro criterio del jurado del Premio Príncipe de Asturias. Premiar a la fotógrafa que de manera tan magistral inmortalizara a la reina de Inglaterra es una decisión treméndamente valiente y acertada, qué duda cabe, en esta época incierta de corruptelas y de convulsos tiempos, hasta para las realezas.
