Nos hemos quedado muy sorprendidos esta semana, ligeramente decepcionados me atrevería a decir. Por un momento llegamos a pensar que, a raíz de la concesión del Pulitzer a Manu Brabo, aflorarían muchos posts en blogs de reconocido prestigio acerca de cómo ser fotógrafo de guerra. Algo así como “10 consejos imprescindibles para ser fotógrafo en zonas de conflicto”. Pero nada.
Vamos a ver. Si hasta hemos podido tener acceso a las reglas de oro para fotografiar animales o niños (y mira que esos sí dan guerra). ¿No hay ni una mínima orientación acerca de cómo inmortalizar los conflictos armados? ¡Con lo de moda que está últimamente y la de premios que dan! Así no hay forma de promocionar que a la gente le dé por irse a fotografiar donde hay jaleo, sin unos consejos básicos de cómo desenvolverse.
Desde Cienojetes vamos a lanzar una iniciativa a los medios de comunicación españoles para aprovechar este tirón. Están recibiendo muchas críticas últimamente por no haber sabido valorar el trabajo de los fotógrafos premiados, por anteponer criterios de audiencia a las historias que deben ser contadas y por contar con editores y responsables de fotografía de dudosa competencia en la materia. Ahí es nada. No son tan tontos, hombre. ¡No ves que luego sí informan de que han ganado los premios aquellos a quienes ellos no quisieron contratar! Se les ve tan arrepentidos….
Nosotros queremos proponerles que lancen, de forma unificada y a nivel nacional, una convocatoria para buscar “fotógrafos de guerra low-cost”. Andan justos de presupuesto y lo de la calidad no parece ser uno de sus parámetros fundamentales, así que se dan las condiciones ideales para reclutar foteros low-cost. Eso sí, fotografiar guerras tiene sus ciertos riesgos. Vamos a proponerles una serie de consejos para intentar maximizar el número de supervivientes. El anuncio, que es una cosa muy seria, podría ser algo así:
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Prestigioso medio de comunicación de tirada nacional busca fotoperiodistas de guerra para ilustrar los conflictos armados que existen en el mundo. Abstenerse los interesados en informar acerca de territorios donde no abunde algún tipo de combustible bajo la tierra.
Por problemas de presupuesto no podemos hacer contrato. De todas formas no os debéis obsesionar con ganar dinero, nuestro medio puede proporcionaros algo más valioso: promoción, daros un nombre.
Tampoco estamos en disposición de impartir unos cursillos de riesgos laborales o de haceros un seguro médico, pero se proporciona a continuación una lista con las reglas de oro de la fotografía de guerra:
- Saca sólo billete de ida. Ya si eso, si la cosa no se ha puesto fea, te pagas luego el de vuelta.
- Prepara un pequeño botiquín con tiritas (se camina mucho sobre los escombros), Mercromina y Agua del Carmen por si te pones nervioso o se te va el apetito.
- Mete música potente (rock duro como hacían los marines norteamericanos) en el iPod para aquellos instantes en que estés cagado en los pantalones y no te atrevas a salir del hotel.
- Una vez allí, cuando ya estés disparando (hablamos de fotos, que en este contexto conviene aclarar) es muy importante que no te detengas a revisarlas en mitad de la calle. No te pongas a comprobar el histograma en mitad de un fuego cruzado. Es peligroso.
- Vuelca el contenido de las tarjetas de memoria de la cámara cada día y nos las mandas, no vaya a ser que al día siguiente te surja algún problema.
- Si vas a llevarte un buen pepino de 400mm (o superior) corres el riesgo de que lo confundan con un lanza-proyectiles. Píntalo de rosa para evitar confusiones. Es un color muy relajante y te evitará problemas.
- No te obsesiones con la composición, el color del cielo, el polarizador y otras recomendaciones de la fotografía de alta calidad. Como foto bonita las habrá mejores, lo tuyo es otro rollo. Es low-cost.
- Ante la posibilidad de que las situaciones vividas sean de gran dureza te recomendamos que metas en la mochila algún libro de pensamiento positivo.
- No desarrolles mucho un estilo personal, una visión de autor. Eso nos complica la vida a la hora de utilizar fotos de diferentes low-cost indistintamente. Imitad todos a Samuel Aranda, por ejemplo, que ahora tiene éxito.
- Y por último, mandadnos también fotos de cosas bonitas porque sino no hay forma de vender dominicales, que a la gente se le atragantan los churros con tanta sangre.
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Pues nada, ya hemos aportado nuestro granito de arena para el resurgimiento de los medios de comunicación nacionales, ahora la piedra está en su tejado.
