Querida tita:
¿Qué tal estás? ¿Cómo van las cosas allá en el pueblo? ¿Ha nevado ya? ¿Cómo está la yaya? Si aún vive tiene que tener ya más de 90 años, ¿no?
Te escribo estas letras para, primero de todo, darte un alegrón. Resulta que he decidido volver a casa por Navidad. Sé que llevo sin veros mucho tiempo, creo que desde aquel día que fui a recoger la consola que me regalastéis por mi cumpleaños. Pero he decidido que de este año no pasa. Os debo una visita. No me váis a conocer: ¡ahora llevo bigotito!
Lo segundo es que te quería pedir una cosa. Te explico. Me he tirado unos años intentando vivir de la fotografía de multiples maneras sin éxito; hasta lo intenté abriendo un estudio para hacer encargos de todo tipo. Sí, algo parecido a la tienda de fotos que había en la plaza de la iglesia, la de don Pablo, el retratista. Pero mi lenguaje fotográfico, ¡menos mal!, ha evolucionado y quiero dejar todo eso. Ahora mi línea creativa va por otro lado.
Hace un mes visité una exposición que me rompió los esquemas. En ella el fotógrafo no había hecho ni una sola foto. Puede parecer una contradicción, pero no es así. Empleaba fotos antiguas, de los años 70 y 80, extraídas de álbumes familiares, pero dándoles un sentido nuevo y muy moderno. El caso es que he decidido hacer lo mismo, un proyecto centrado en mi constante búsqueda de identidad, de saber quien soy. Quiero indagar en la realidad que me habitó, en el imaginario familiar; volver a mi pasado para saber de donde parto, reflexionar sobre dónde voy y tal.
Por eso, te quiero pedir que me ayudes y me tengas localizado, para cuando yo llegue, todos los álbumes que hay en casa de la yaya. Esos que, siendo yo niño, cuando pasaba el verano en el pueblo, veía como tratábais con delicadeza la abuela y tú, pasando sus páginas y papeles de seda con lagrimillas en los ojos.
También recuerdo alguna vieja caja de metal que contenía fotos del pueblo y de algún viaje que había hecho el abuelo, ¿no? Búscala también. Todo me sirve para mi proyecto. Mamá ya me ha dado su álbum y alguna foto suelta de algún portafotos que había por la casa.
Sé que puede dar un poco de pena arrancar esas fotos del álbum familiar, porque cuando una persona monta uno, en realidad realiza una especie de libro, un montaje en el cual las imágenes adquieren significado por su relato cronológico e incluso por el lugar que ocupan en las páginas en relación con otras fotografías. Pero la narración mejorará ad infinitum en la expo y sobre todo en mi futuro libro, gracias a una edición adecuada y una maquetación de cojones.
Podrías caer en la tentación de pensar que la cotidianeidad y la intimidad de algunos no les importa a los otros. Es un error. La fotografía, por definición, está intimamente relacionada con la memoria y el recuerdo, porque lo fotografiado es pasado siempre, pero la cosa es darle un nuevo significado renovado y mejor. Para mí esas fotógrafías de anónimos o no tan anónimos autores sólo van a ser la materia prima de una nueva creación más contemporánea. Lo que era un archivo privado ahora formará parte de la memoria colectiva. Y encima, os voy a hacer famosos; abandonáreis un objeto con poca proyección (como es el álbum), para figurar en exposición, libro, internet y ¡quién sabe si saldreis en la tele y todo!
Estoy seguro de que quieres que tu sobrino triunfe como artista en estos tiempos tan difíciles. El recurso a la nostalgia a través de lo retro está de moda, también en fotografía. La prueba de que esta estética se lleva son los filtros vintage que usamos todos en instagram y en los plugin para retoque. Además, puede que la teta esté dando leche mucho tiempo. Mira el Gómez ese, el pringue que le está sacando a los Modlin. ¡Tengo que aprovechar el tirón, tita!
Ojalá hubiera podido hacer con vosotros lo que hizo Nixon, fotografiando a esas hermanas un capazo de años. Pero desgraciadamente estoy muy liado y quiero liquidar el tema en estas navidades. Además ahora lo suyo es no agobiarse mucho con los proyectos y cerrarlos pronto: en una semana o dos la peña pasa a otra cosa mariposa y si puede te saca un libro o te monta una expo. Eso de tirarse años haciendo fotos para un sólo trabajo, ya no se lleva. No te preocupes que el proyecto puede quedar impecable porque hay muchas cosas que contar. Te he ilustrado este correo con imágenes de fotógrafos que han usado este recurso. Para que te hagas una idea de lo guay que va a quedar.
Lástima que con todo el trabajo que tengo, sólo voy a poder quedarme a dormir una noche. Sé que sabrás entenderlo. Ya volveré más días cuando me deslíe. Así que no avises a los del pueblo diciéndoles que voy, porque no voy a poder hablar con casi nadie. ¡Ah! Y recuérdame por teléfono el día antes de ir que te lleve las fotos, enmarcadas y todo, que os hice hace unos años, esas que siempre te prometo traer y que olvido con las prisas.
Hasta pronto. Un beso de tu sobrino.
Nicon Pepinos.

Alvaro Martínez
PD.: Aparte de todo lo demás, a ver si me preparáis también un paquete de cordiales y tortas, de esas caseras que hacéis, que me encantan. La máquina de escribir y la radio antigua, si no la usáis ya y me la podéis dar… me haría muy feliz.
